Municipio sigue con mano dura en busca de orden y seguridad. Cinco días hábiles para que inicien la regularización legal de funcionamiento tienen los chicheríos que se ubican en la sexta cuadra de la calle 28 de Julio, los que actualmente generan que parroquianos alteren el orden público con riñas y hasta miccionen en las veredas o viviendas continuas, incluyendo parte de la pared adyacente de la Municipalidad.
Un operativo realizado ayer en horas de la tarde, por personal del municipio , dio como resultado que se tomara en cuenta el estado peligroso en que se vende piqueos, chicha y otro tipo de licor en estas llamadas picanterías, donde el desaseo es notorio, así como el riesgo por paredes y techos en mal estado, hecho que impide que se le de visto bueno para funcionar.
Los locales inspeccionados son los signados con números 624 que conduce Jacinta Lluén Pisfil; el de 622 con María Santos Guzmán Espinoza; el 629 de Lucyla del Pilar Zapata Ruchiche y el signado con el número 623 que conduce Manuela Uceda Chafloque. Las propietarias y conductoras no mostraron licencia de funcionamiento y tuvieron que ser notificadas para que se apersonen a la Municipalidad, de lo contrario el local será clausurado definitivamente.
El operativo se hizo con las garantías de la Policía Nacional, a través de dos efectivos y personal de Defensa Civil y Seguridad Ciudadana, además de Rentas, procediéndose a elaborar actas que fueron firmadas por las mismas conductoras, algunas de ellas que dijeron que no tienen licencia y otras que argumentaban sí tenerla pero no a la vista. Finalmente aceptaron la ilegalidad. Por lo visto ayer a simple vista Defensa Civil no daría paso al funcionamiento de estos locales.
