Recuerdo de Monsefú en la visita de Papa Juan Pablo II al Perú



Carmen Escajadillo (46) aún recuerda como si fuera ayer la primera visita del papa Juan Pablo II al Perú en 1985, pues fue una de las privilegiadas que le entregó una ofrenda al Sumo Pontífice en un encuentro con los jóvenes en el Hipódromo de Monterrico el 5 de febrero de ese año.
"Era la imagen de Jesús misma. Irradiaba una paz, un amor que no podía creer. Agradezco a Dios esta oportunidad. Nos enseñó el perdón y fue mi empuje", contó.

En aquella oportunidad, Escajadillo quedó estupefacta cuando se enteró que fue una de las elegidas para entregarle personalmente un hermoso cuadro del Espíritu Santo hecho en Monsefú. Debía prepararse durante casi un año y aprender un breve discurso.
"No lo podía creer, pensé que era una broma porque iba a representar a toda la Arquidiócesis de Lima", agregó. Fue tanta la emoción, que Carmen se olvidó de las palabras que debía decir y solo atinó a llorar de alegría.

"Sentía que el corazón me iba a estallar. Al final me olvidé la letra. Me puse a llorar", anotó al Portal que une a los peruanos en el mundo. Conmovido, Juan Pablo II la tomó entre sus brazos, la abrazó y le regaló su rosario, que aún conserva.